
Superintendente de pensiones: ‘La gente cree que las pensiones son mágicas’
Álvaro Ramos fue designado como Superintendente de Pensiones en junio del 2015, por un plazo de cinco años. Foto Jorge Castillo.
“La gente cree que las pensiones son mágicas. Hay una gran resistencia a ver la pensión, básicamente, como una cuenta bancaria glorificada, pero es lo que es”.
En cuatro años de ocupar la silla como jerarca de la Superintendencia de Pensiones (Supén), Álvaro Ramos Chaves todavía no pierde la capacidad de asombro con respecto a la forma en que los costarricenses perciben las jubilaciones.
Según él, la población está inmersa en una especie de “pensamiento mágico” en el que, sin importar si el Estado cuenta con los recursos o si los cotizantes aportaron lo suficiente, todos creen que recibirán una pensión cuantiosa.
“O sea, usted no mete su plata en el banco, su salario, por ejemplo, y espera regresar al día siguiente y que sea seis veces lo que usted metió, pero por alguna razón creemos eso de las pensiones”, argumentó el superintendente.
Ramos, a quien aún le resta un año como líder de la Supén, comprende que temas como salarios y pensiones son sensibles para la ciudadanía. No obstante, afirma, esa reticencia a veces raya en el “cinismo”.
“Hay una frase de Upton Sinclair (escritor estadounidense) que decía que ‘no hay nada más difícil que hacerle entender a un hombre algo de cuyo salario depende que no lo entienda’, y eso aplica mucho a muchas personas.
“No sé hasta dónde hay un cinismo, donde prefieren ni siquiera entender, porque dicen: ‘Después papá Estado me lo resuelve todo’. A veces me da esa sensación”, prosiguió.
¿Cuánto debo ahorrar para mi jubilación?
Para el superintendente, quienes hoy cotizan para una pensión deben plantearse la siguiente pregunta: “Si yo guardé tanto, ¿cuánto tengo que recibir (al jubilarme)?”.
Según Ramos, aunque existen estudios actuariales que calculan la salud actual y futura de los fondos de pensiones, hay una fórmula fácil y efectiva para determinar cuánto dinero es necesario guardar durante la vida laboral para recibir una pensión digna.
El jerarca enfatizó que esa ecuación es la regla de tres a uno.
“Si usted quiere tener un 3% en la vejez, guarde un 1%. Entonces, si usted guarda el 10% de su salario, recibe más o menos 30% en la vejez. Si usted quiere un 60% de la pensión, tiene que guardar, más o menos, un 20% de su salario”, dilucidó el jerarca.
Esa relación de “tres a uno” varía dependiendo de varios factores, por ejemplo, los ingresos de la persona y la cantidad de años cotizados.
Sin embargo, los cotizantes costarricenses todavía están lejos de llegar a ese 20% de ahorro si quieren recibir, al pensionarse, al menos un 60% de su salario actual.
Hoy, por mes, el porcentaje sobre el salario que guardan los cotizantes es de 14,41%. Un 10,16% de este proviene del régimen de Invalidez Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), mientras que el 4,25% restante sale del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP).
El IVM, el más grande del país y al que pertenece la mayoría de asalariados públicos y privados, se conoce como el régimen básico.
Este se compone de una cuota tripartita en la que, hoy, el patrono aporta un 5,08% del salario del trabajador; el obrero, un 3,84%, y el Estado, un 1,24%.
El ROP es un régimen complementario del IVM. Aquí, el aporte patronal es del 3,25% y el obrero del 1%.
Preocupación ante panoramas difíciles
El superintendente comparte su preocupación por la forma en que los costarricenses conciben las jubilaciones en momentos de tensión para los distintos regímenes.
En el IVM de la Caja, está a punto de romperse la proporción de cantidad de trabajadores activos por pensionado, fórmula que hace sostenibles los sistemas de jubilación.
Para el año 2030, solo habrá 3,9 cotizantes por cada pensionado, con el gran inconveniente de que el mínimo requerido para sostener cada jubilación es de seis trabajadores, como ocurre en la actualidad.
“Hoy todavía aguanta (el IVM) porque tiene seis personas trabajando por cada pensionado, pero siempre fue insostenible”, advirtió Ramos.
Para el superintendente, si lo que recibe actualmente la Caja por cada trabajador es el 10,16%, lo lógico es que, al momento de acogerse al retiro, estas personas reciban entre un 30% y un 35% de su salario actual, “jamás un 55%”, como otorga hoy el IVM.
Un estudio actuarial hecho por la Universidad de Costa Rica (UCR) proyectó que, para el 2032, el IVM comenzará a consumir su reserva, pues sus ingresos son insuficientes para pagar las pensiones y vaticinó que se agotará, en su totalidad, en el 2038.
Los especialistas sugieren hacer cambios en el régimen, como aumentar el porcentaje de cotización o la edad de retiro, pero la Junta Directiva de la Caja ha dicho que, de momento, no considera una reforma.
Uno de los regímenes que tuvo que ser modificado para no sucumbir fue el del Poder Judicial, pues tenía un déficit actuarial de ¢5,3 billones, a causa de los ventajosos beneficios que ofrecía.
En tanto, el Régimen de Capitalización (RCC) del Magisterio Nacional, que cobija a los maestros, comenzará a usar su reserva para pagar jubilaciones a partir del 2033, reveló la más reciente evaluación actuarial de este sistema, en marzo del 2019.
Por si fuera poco, el Estado gastará este 2019 ¢1,06 billones en el pago de las pensiones con cargo al Presupuesto Nacional. Se trata de antiguos regímenes de gobierno y diputados, los cuales fueron cerrados por ser insostenibles.
Sin embargo, ahora el país debe asumir el pago de esas jubilaciones a 61.360 personas quienes, por ley, están amparadas por esos sistemas de jubilación.
De hecho, el Gobierno tuvo que endeudarse para poder salir con los gastos de estas pensiones en el 2019.
Para esto, recurrirá a la emisión de bonos de deuda por ¢225.830 millones, dinero que cubrirá el 21% del pago de las jubilaciones con cargo al Presupuesto Nacional. El 79% restante, es decir, ¢834.607 millones, lo costearán los contribuyentes mediante el pago de impuestos.
Silvia Artavia. Periodista en la sección de Política.
LA NACIÓN.